FORKING > SPOONING's Fan Box

FORKING > SPOONING on Facebook

miércoles, 17 de diciembre de 2008

creatividad espontánea

Bueno, después de mucho pensarlo (y para que diciembre no se quede sin entradas), decidí poner esto acá; es un intento de componer una canción entre el gran poeta y amigo Roberto Velasco y su servilleta.


<<Roberto - Yo>>

ok la rola
se llama difícl de explicar
ajá....
:S
es difícil de explicar, por qué yo sé que nosotros en esta vida somos uno
(digo, porque hay que hacérle saber que al menos uno de los dos está seguro...)
jajajajja
qué quieres que te diga? te amo con pasión y locura y no hay forma de expresarlo o hacértelo ver.... pues sí! es lo que siento por tí, entiéndelo y perdona, eres la mujer que quiero
-a cualquier vieja se le caen los chones con eso-
una noche entre tus brazos que se vuelva una canción... en los campos de batalla de locura y de pasión

ay salió en verso sin esfuerzo
jaja
bien bien
y sé que sientes lo mismo, porque lo que calla tu boca lo gritan tus ojos
yo conozco el miedo, la inseguridad y la incertidumbre de nuestra época, el corazón es aquello más difícil de entregar por temor a no verlo regresar
pero te pido sólo eso, una oportunidad, para probar que tengo yo razón y tus ojos, tus labios, tu cuerpo y tu corazón me los pueda ganar en justa batalla
somos para el otro, eso te puedo asegurar, imagina la felicidad de dejar de buscar en este mundo, pues todo lo que necesitas y quieres lo puedes encontrar conmigo
bueno ya, deja de dar pretextos pendejos, cállate y bésame
jajaja

jajajaja

el final es lo mejor

digno de ti

eso es importante pero no sé como ponerlo
jajaja
Si te dije que te amo, fue porque quise, porque es la verdad, porque era necesario porque lo siento, porque eres tú, porque soy yo, porque... así son las cosas
porque así pasa cuando sucede, y cuando sucede, pasa
eso último qué

parece de Chespirito

jajaja
jajaja
7/11/08

Yo lo sé, es una mamada... pero ah! cómo me divertí ese ratito jaja.

Nota: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Porque tus ojos lo gritan.



Confusión, estúpida vorágine...


Lo que tus labios no dicen, tus ojos lo gritan!


Hoy nació en mi una pregunta, que me provocó la incoherencia entre tus ojos, tus reacciones, tus palabras espontáneas, tus mordidas de labio, la manera en que volteas hacia todos lados menos hacia mi... y lo que me dices cuando te pido la verdad... yo no sé, cuándo realmente te oigo? me dices que no sabes; yo sé que sabes... yo lo sé...


Si tus ojos me gritan que me amas, si tus ojos brillan cuando me ves... por qué no lo dices? por qué lo niegas? si admites que me amas; y te gusto, por qué no me escoges..? -me encanta algo en ti, no eres una opción, porque tú escoges, uno sólo se puede acercar, y dejar que tú digas sí o no... pero te tomas tu tiempo; ilusionas; permites que nos acerquemos y luego, hablas... que miedo...-


Pero no importa, aquí estoy, en la lista de convocados, ahora soy una opción, sé que soy el favorito, sé que me gustas, sé que te gusta que me gustes, y sé que te gusto... pero, te gusta que yo te guste? por qué me niegas, por qué me abrazas y nada más dices que me quieres poquito, y dejas inmediatamente el tema porque "te confundes"?


Sácalo!! explota conmigo!!! soñemos juntos, amemos juntos, caminemos en la vida de la mano, se mi compañera, mi enemiga, mi amor, mi niña, hazte mía! Quiero amarte, quiero que me ames, quiero soñar contigo, quiero que el amor crezca entre nosotros.


Yo sé que sientes, yo sé que quieres, estoy seguro de saberlo... cómo desmentirte?


Yo sólo siento que espero, que sueño, que amo... sólo sé qué piensan todos, sólo sé que nos vemos lindos juntos... (que nos vemos a escondidas) y que aunque tal vez no me quieras como quiero, te gusta soñarlo, te gusta imaginarnos juntos... te gustaría ser por un día mi niña y decirme "te amo!!!" y sé que me amas... enséñame en que idioma me hablas, enseña cómo funciona ésto, enséñame como ver lo secreto, lo realmente secreto... necesito saber que pasa; no lo deseo, lo necesito, me da miedo en realidad saber que aunque te gusto no me quieras tener muy cerca, me da miedo saber que quieres mi amor, pero no amarme, me da miedo saber que aunque robe tu corazón éste nunca fue para mi...


Sabes bien que yo no sé encontrar donde tus pies me dejaron el ahora y el después. (-Malpais)


Ayúdame a llegar a ti... si queremos lo mismo, ninguno tiene nada que perder... déjame aprenderte y déjame tratar... Te amo.


lunes, 3 de noviembre de 2008

Miedo.

No es sólo que yo lo quiera. Es más, para empezar, sé que no soy sólo yo el que lo quiere. Simplemente lo sé. Aunque no me lo dijeras, es obvio, se ve a leguas que me quieres. Y que bueno, porque yo también.

Sé que hay miedo, créeme no eres la única; como tú tienes miedo que vuelva a pasar... tú crees que yo no? Pero mi miedo es distinto, porque yo estoy seguro de que, al menos lo mismo no nos vuelve a pasar; de eso me encargo yo... sobre mi cadáver nos pasa lo mismo. Ahora comprendo mis errores pasados y también comprendo que te quiero demasiado. Lo que me da miedo es que pase algo peor :-S

Y es que cómo estar seguros? La verdad es que no hay forma... Es mi loco sueño el perseguir recuperar tú amor; es más loco el querer hacerte partícipe de ese sueño. Te quiero, y al mismo tiempo tengo miedo de cagarla y llegar a un punto de no retorno.

Cómo resolver ésto? Que difícil situación! Pero quedarse estático no sirve de nada, sólo incrementa la tensión y la angustia. Perdóname, pero aunque no quieras te voy a ver, para ver si así me recuerdas; recuerdas quién soy yo en realidad; recuerdas que jamás te mentí; que jamás te engañé, que jamás fue mi intención hacer otra cosa que adorarte; que jamás te odíe; que sigo aquí, que aún te quiero. No encuentro otra manera de manejar las cosas, y es que no hay.

Así que escóndete si quieres, pero de dónde estés te voy a ir a sacar, te robaré para mí, celosamente, por tan sólo unos momentos, momentos que no serán desperdiciados, sino aprovechados en su totalidad, y aunque al principio hiciste todo lo posible porque no pasara, al final estarás agradecida y felíz por haberlo hecho; porque así pasa entre tú y yo, de alguna manera siempre terminamos contentos y riendo, y pruebas de ello hay muchas...

En cuanto a lo demás... la verdad es que ya no me importa. Te quiero y punto.

domingo, 26 de octubre de 2008

Cerca - Lejos

Y es que entre más cerca se tiene algo, más difícil es verlo.
Mejor fue verte así, desde lejos, y con tiempo de sobra.
Después de tanto observar y pensar y pensar y pensar, me di cuenta de todo lo que había, todo lo que tuvimos, juntos los dos, y todo lo que dejé ir.
¿Por qué será que nos pasa ésto?
Pareciera que éste es el movimiento natural de las cosas... acércate, aléjate para ver bien, ya que viste bien, acércate de nuevo para continuar... pero ¡Ah caray! regresar ahora resulta imposible, porque aunque ya viste bien y sabes perfectamente cómo hay que continuar... no te quieren de regreso; porque mientras uno estaba lejos observando, la vida seguía ocurriendo, y siendo como el mundo no gira alrededor de uno (aunque uno a veces piense que sí) pues estamos cegados ante el resto del movimiento, y para cuando queremos regresar, el panorama es uno completamente distinto.
Ruego, espero, suplico, que para cuando yo regrese al menos queden los restos de aquel final, restos de dónde agarrárme para seguir creyendo, tener esa pequeña prueba feaciente e indiscutible de que no lo soñé, de que todo eso entre nosotros en verdad existió.
Lamento que haya tenido que ser así, que me haya tenido que alejar para verte bien, para verlo todo con mayor claridad, pero más lamento que la puerta tenga otra chapa para cuando yo estuviera listo para regresar.
C'est la vié...

martes, 21 de octubre de 2008

Una Reina



El tiempo seguía pasando. Voltee a mi derecha: al menos 10 personas viendo el suelo, platicando en voz baja, ojeando una revista o simplemente guardando silencio, impacientes. A mi izquierda un grupo del mismo o mayor tamaño que el anterior, todos platicando y volteando hacia la puerta del consultorio cada 10 segundos, con la esperanza de ver algo, lo que fuera.

Todos esperábamos noticias de alguno de los que se encontraban adentro, ya fuera el doctor, el papá, la mamá, la abuela… quien fuera, pero nada sucedía. Así transcurrieron los minutos, los cuales, poco a poco, se fueron convirtiendo en horas.

Un pequeño grupo bajábamos de vez en cuando para fumar un cigarro afuera, o para buscar a los que todavía faltaban de llegar; bueno, al menos suponíamos que estaban en camino.
Salió Marco un momento, pálido, con los ojos hinchados, claramente cansado y angustiado; nos comentó muy rápido que aunque Sylvia había llegado con trabajo de parto, aún no dilataba lo suficiente, así que lo más probable era que la iban a mandar de regreso a su casa hasta nuevo aviso (yo supuse que por “aviso” se referían a que las contracciones se incrementaran o algo así).
Por fin, los últimos integrantes de la comitiva (que ya constaba alrededor de 25 personas) llegaron, sólo para recibir las noticias de que aquella noche no iba a pasar nada.

Un tanto desilusionados por ésta información, nos dispusimos a organizarnos para ir todos juntos a cenar; vaya, era viernes, no nos íbamos a regresar a las 10 de la noche a dormir a nuestras casas… En fin, acordamos que pasaríamos a cenar tacos a La Parrilla Suiza, lo cual a mi me pareció excelente, dado que yo vivía tan sólo un par de cuadras más adelante del lugar.

Marco y Sylvia se dirigieron de regreso rumbo a Sayavedra, hogar de la preocupada y ansiosa mujer que próximamente se convertiría en madre. Nos despedimos con unas sonrisas un poco forzadas, le suspiramos a los papás palabras de aliento y les reiteramos que en cuánto hubieran noticias, nos lo hicieran saber, ya que estaríamos “al pie del cañón”, como siempre.

En fin, llegamos a La Parrilla Suiza alrededor de las 10:30 p.m. y aunque había bastante gente, los meseros pudieron juntarnos 4 (o tal vez eran 5) mesas para poder sentar a todos los comensales. Había esa noche un paquete especial en el menú, donde podías pagar $99.00 e ingerir todo lo que pudieras. Algunos optaron por este paquete, otros, como yo, preferimos ordenar algo más adecuado para nuestros pequeños y delicados estómagos (si el lector me conoce, se dará cuenta que estoy siendo bastante sarcástico) y pedimos también, por supuesto, un par de cervezas para evitar que algún alimento se atorara por ahí.

Después de pagar, le pedí a mi amigo Arturo que me llevara a mi casa, puesto que mi carro se encontraba en el taller y no lo había podido sacar ese día. Llegué a mi casa, entre cansado por esperar tantas horas y un poco desilusionado, pero seguro de que en algún momento me iba a tocar presenciar el nacimiento de la tan esperada niña Elizabeth; digo, de verdad tenía que salir del cómodo vientre de su madre tarde o temprano… esto me animó un poco, y tras leer un par de poemas de Cardiología del Alma me dispuse a dormir.

Alrededor de las 9:35 de la mañana del sábado 18 de octubre del 2008 escuché a mi madre gritar por tercera vez (las primeras dos pensé que eran parte de un sueño) “! Carlos, te llama Arturo por teléfono!” En ese momento yo seguía muy dormido, como en estado de zombie (seguro muchos de ustedes conocen la sensación) así que cuando levanté el auricular y lo coloqué junto a mi oreja (el teléfono inalámbrico en mi habitación está justo arriba de mi cabeza, lugar estratégico para no tener que moverse en caso de una llamada de este estilo) lo que me decía Arturo entró y salió por el otro oído. Recuerdo pedirle que me lo repitiera, y entonces entendí algo como “Güey, ya nació la niña, ¿dónde has estado? Llevo buscándote desde las 8…” Mi primera respuesta fue una frase ya convertida en un clásico entre mis amigos: -No me chingues…- “Es neta güey, ya vente para acá…” En fin, le di las gracias como pude y colgué el teléfono.

Me levanté, tendí la cama, comencé a guardar la ropa limpia de las tinas a toda velocidad, hacía todo tan frenéticamente rápido que me golpeaba con los muebles mientras lo hacía, y es que mi madre jamás iba a acceder que saliera yo de nuevo al hospital sin cumplir antes con todas mis tareas del hogar; sin embargo, mientras guardaba las calcetas en un cajón y me machucaba la mano al cerrar otro, había un sentimiento que me perturbaba, me di cuenta que era frustración y tal vez hasta enojo; ¿cómo era posible que haya yo sido el primero en llegar al hospital la noche anterior y hoy no haya alcanzado a llegar siquiera unos minutos antes de que naciera la niña?? Era ridículo, y sin embargo había ocurrido.

Me atraganté un omelette, pan tostado y café y esperé a que mi padre pudiera darme un aventón a la agencia para poder recoger mi automóvil y, entonces sí, salir rumbo hacia el hospital.

De aquí a que logré poner un pie en el primer escalón del edificio de maternidad del Hospital Español pasaron aún más acontecimientos que hicieron mi travesía desde satélite todo un safari, pero para ya no alargar esta historia más de lo debido, lo resumiré en que a un gran porcentaje de la gente en la ciudad de México debería negársele el uso del automóvil, ya que en lugar de acortar el tiempo en las distancias recorridas, causan caos y terror vial, además de contaminación de smog por los motores no verificados y también contaminación de ruido, por los cientos de claxonazos.

Por fin, estacioné mi automóvil cruzando la calle que está enfrente de la entrada del Hospital, crucé el puente peatonal y caminé hacia el ala de Maternidad. Se encontraban ahí Gato (Michel), Roberto y una amiga de éste último, sentados en los escalones. Me informaron que el doctor se encontraba hablando con Sylvia y Marco, ya en su cuarto de reposo, y que podríamos pasar a verlos cuando saliera.

Entré a la habitación y debo decir que me impresioné bastante por lo que vi: donde yo esperaba encontrar a una mujer cansada, pálida y con pocas ganas de mover un dedo, encontré a la que creo es la mamá más fuerte que haya visto; todo el color correspondiente en su cara, sentada en la cama, saludándome y con una sonrisa que irradiaba orgullo y felicidad. Sylvia estaba como si nada, definitivamente Marco, a su lado, se veía mucho peor.

Conocida ya en toda el ala de maternidad como “La mamá chiquita”, me di cuenta de que trataban excepcionalmente bien a Sylvia; sí, algo tenía que ver que estábamos en un muy buen hospital, pero aún así, el personal se comportaba excelentemente bien.

Sin embargo, la espera fue aún mayor, ya que me enteré de que no iban a sacar a la bebé de los cuneros para llevarla al cuarto donde estábamos todos hasta las 3, y era escasamente la una. Ni hablar, platicamos en el cuarto mientras seguía llegando más y más gente. Le llevaron algo de comer a Sylvia, quien lo ingirió debo decir no con el mayor ánimo del mundo (todos sabemos que la comida de hospital jamás ha tenido buena fama) pero aún así comió al menos la mitad; el hambre ayuda con la comida insípida a veces.

Pasó el tiempo, charlábamos, reíamos, hacíamos imitaciones… hasta que por fin; alguien llamó a la puerta del cuarto, y segundos después de que Marco dijo “adelante” entró una enfermera de unos 40 años de edad, pelo negro y corto, de unos 160 cm de altura cargando lo que parecía ser un tamal de cereza, de esos color rosa que te sirven con pasas y un boing de mango.

Cuando Sylvia tuvo, después de tan larga espera, a su niña a su lado, mirola con unos ojos que me enternecieron el alma, una sonrisa que calentaba todo el cuarto; hacía mucho que no veía a una mujer tan despeinada como en ese momento se encontraba Sylvia, y sin embargo, era también la mujer más hermosa que había en la habitación y probablemente en todo el hospital.

Inmediatamente se escucharon “awws” por aquí y allá, y volaron las cámaras fotográficas, todo en un revoltijo de movimiento, flashes aquí y allá, los papás, abuelos, tíos, todos buscando un mejor ángulo; mientras entre la madre, el padre y la recién nacida hija, el tiempo debía estar pasando muy lentamente.

Por fin la tuve cerca, por fin, después de tanta espera, pude conocer a Elizabeth Velasco Flores, con su vasta cabellera negra, sus grandes manos, su cara color rosa mexicano y unos cachetes igual de grandes que los de su mamá. Entonces por fin, exhalé; fue una exhalación de alivio, de gusto, de increíble felicidad, como si hubiera estado conteniendo el aire a la espera de esta minúscula criatura que me sacaba la lengua, durante los últimos 9 meses. Había nacido la hija de mi amigo, mi casi hermano, Marco, ese pequeño cabrón que nos había dado una sorpresa inesperada hacía alrededor de 9 meses, y que no pudo sino llenarnos de gusto a todos.

Él es como mi hermano, por lo tanto Eli, como le decimos de cariño, es como mi sobrina.

Yo era por fin, oficialmente, tío de una Reina.





lunes, 26 de mayo de 2008

¿Una nueva era?

Hace ya tiempo que no escribo nada nuevo, no por falta de ideas, sino por falta de tiempo; entre la escuela, el trabajo y la forzada vida social impuesta sobre los hombros de un importante ícono de la gallardía, la moda y los últimos gadgets como es un servidor (bueno, bueno, si no me echo porras yo, ¿quién?) simplemente no hallaba tiempo ni lugar para sentarme a escribir.

Y vaya que han habido cambios en estos días, cambios grandes e importantes. Mencionando los más grandes, debo decir que me encuentro en un verdadero shock, pues un gran número de personas cercanas o relacionadas conmigo de una u otra manera, la gran mayoría personas de mi generación, están contando los días para ser papás o mamás. Sí, así como se oye. Y esto es, como dije antes, un shock por dos grandes motivos: el primero, es que por "mi generación" me refiero a que es gente que al menos yo considero aún muy joven para estar recorriendo ese sendero. La segunda es que, suponiendo que los tiempos han cambiado y en realidad no son demasiado jóvenes para comenzar una familia, entonces la única otra opción es que ambos, tanto mis amigos como yo, estamos ya haciéndonos viejos.

Y hasta pareciera que se está poniendo de moda; desde el momento que me enteré del primero de mis amigos que sería padre, empezaron a llover anuncios de embarazos aquí y allá e inclusive una que otra boda.

Otro punto que cabe mencionar aquí es que, me siento como entre la espada y la pared (between a rock and a hard place, como dirían los angloparlantes) pues me siento al mismo tiempo felíz y preocupado por estas personas. Un buen número de ellos aún no han terminado siquiera su carrera profesional, ya ni se diga concretado un empleo fijo a su nivel.

Unos gracias a Dios cuentan con, ciertamente no la completa aprobación, pero sí el apoyo incondicional de sus familias; para otros lamentablemente la suerte es totalmente diferente.

Bueno, creo que ya expliqué mi punto, la razón de mis preocupaciones. ¿Será esta una nueva era? Una era en la que las familias comienzan a los tempranos veintes, en lugar de los tardíos, ya ni se diga los treintas. Una era en la que se debe abandonar, tal vez temporalmente, tal vez por completo, dependiendo de la suerte de cada quién (yo no creo en la suerte, pero uso la palabra en sentido figurado) los estudios y la ambición de un puesto ejecutivo o técnico de alto nivel, estable y suficiente para proveer por años para una familia, sacrificarlo, por la desesperada búsqueda de un empleo en el que uno deba presentarse con muy pocos papeles, poca experiencia, pocos medios de transporte, pocas rutas, poco todo; poco, mediocre... Debo decir que me da hasta tristeza, aunque no puedo más que imaginar todos los problemas anteriormente mencionados (esos y más) que han de pasar estos amigos y amigas mías.

Y aún así, cuando nos reunimos, me muestran su fortaleza, se muestran alegres por la venida de un nuevo integrante de la familia, hablan de planes, de nombres... Cada uno de los integrantes en la fiesta nombra lo que le enseñarán al primogénito; cosas útiles como algún deporte, a montar, a pescar, a bailar, a qué equipo de fútbol va a apoyar, etc.

Si mis amigos están leyendo esto, ante todo muchas felicidades, la dicha de ser padres debe de ser sumamente gratificante, he visto sus caras radiantes de felicidad y ello me da gusto sobremanera. Saben que cuentan con el apoyo de este guapo y atento servidor (sí, sí, otra vez con las porras), la verdad es que el concepto de que mis amigos vayan a ser papás y mamás en cuestión de meses le cuesta trabajo entrar y alojarse en mi cerebro; fue todavía más fuerte en las ocasiones en las que he tenido el placer de ver y tocar las pancitas de las próximamente mamás; es algo como mágico, de verdad que la naturaleza es fantástica.

Sin embargo, shock o no, las cosas son como son, y no hay de otra más que seguir adelante; apoyarte en tus amigos, alejarte de las personas supresivas
1, y planificar tu vida futura a corto y mediano plazo de la mejor manera posible.

Aquí concluyo el post. Me siento mejor, creo que tenía que sacarlo. Felicidades a las mamás por el 10 de mayo que acaba de pasar. Si no escribo nada antes, felicidades a los papás por el 22 de Junio que se acerca. Over and out.



(1):
Persona Supresiva: Que causa daño, que tiene la calidad o el efecto de dañar a un individuo o disminuirlo de cualquier manera. Conjunto definido de características y actitudes mentales que poseen algunas personas que las impulsa a suprimir a otras de su entorno. La persona supresiva es esencialmente antisocial y su propósito manifiesto es llevar al desastre a quien suprime.

viernes, 15 de febrero de 2008

La trampa del ayer

Ayer. ¿Fue ayer bueno o malo? ¿Por qué siquiera lo piensas o te preocupa? ¿Volverás alguna vez a sentir lo que sentiste ayer? Probablemente, pero, ¿estarás exactamente en la misma situación alguna otra vez? Claro que no. Ayer ya terminó. Lo que sea que haya pasado ayer está ya terminado, y será una parte de tu vida por siempre.

Vive para hoy; ayer pudo haber sido el mejor día de tu vida, pudo haber sido el peor día de tu vida; es más, pudo haber sido un día de lo más común y corriente. ¿Cual es la diferencia? Sea lo que sea, ya terminó. Vive el presente no importando que tan terrible sea. Nunca olvides aquellos grandes recuerdos de ayer, son todo lo que tienes. Pero no vivas en ellos. Voltea hacia el pasado sólo cuando quieras recordar un viejo amigo, un viejo lugar, un antiguo sentimiento o situación.

Recordar un gran sentimiento de vez en cuando es completamente diferente a vivir en base a éste, o hacer que dicho sentimiento dure más de para lo que estaba destinado. De nuevo, vive para hoy. Es todo lo que importa.

jueves, 14 de febrero de 2008

Valentine's Day????

To my awesome audience:

I usually tend to speak and write in english when I'm mad, angry, annoyed or something of the sort; this explains why the following message is written in the common, popular, cheap tongue that is the english language. If you don't know how to read this, use Babblefish or whatever that thing is called. If you think me writing in english is pretencious or something of the sort, that's because you obviously don't know me, which means I don't know you... which takes us to a beautiful I DON'T CARE. Thank you.


Many years ago (somewhere around the Roman Empire period), some egocentric bastard decided his name was synonym of love (oh because he was so beautiful and gorgeous and good with women (and knowing roman tendencies, probably men too) and care about people's feelings, etc.) ... ergo he established Feb 14 as "Valentine's Day". That's enough background.


Nowadays, this day is exploited by the greeting card, toy, candy, flower and other industries as to "celebrate" the love, the friendship, good will, good faith, good screw...

If you ask me, that's downright selfish, egocentric and stupid; I totally refuse to act upon a "special" (for lack of a better word) day to show my girlfriend/friends/family/hookers my love and appreciation for them.

I will not fall down victim of the gift industry. I will not succumb over the now made necessary celebration to buy gifts, flowers and such just to show someone I care. I CARE. Seriously, just the fact that I'm taking the time to write this means that I, indeed, care.

It's not about choosing a special day, it's about showing everyday that we like/love/appreciate such people. What? You'd rather have some material thingie to remind you? You'd rather recieve a card or flowers this one "special" day as to prove yourself or prove someone else?

No, my friends, I shall not fall. And neither should you. As I said before, it's egocentric and stupid. No, my intention is not to ruin the joyful celebration; my intention is to open the eyes of those blinded by commercial marketing and advertising (as a person working in that industry precisely, I feel pretty confident about my message).

Sure, go ahead and enjoy Valentine's Day; someone else's day. Why not create your OWN day? Be as egocentric and self-centered as this Valentine from B.C. At least, that way you have something to boast about (plus if you play your cards right, it might stick and you'll get rich! Wait... I thought this message was to not fall into advertising... Ah well).

So that's it. Show your girlfriend/friends/family/hooker you care... but do that as many days as possible in the year, not when some dude decided you should. Thank you.

jueves, 17 de enero de 2008

Las doce reglas para hacerle la vida más sencilla al hombre

  • Jamás confundas tu Carrera con tu vida, ya que si tienes una Carrera eso probablemente significa que no tienes una vida.
  • Nunca, bajo ninguna circunstancia, tomes un laxante y una píldora para dormir la misma noche.
  • “Érase una vez, un hombre que le propuso a una mujer:

-¿Te casarías conmigo?

La mujer dijo ¡NO!

Y el hombre vivió feliz para siempre


  • ¿Quieres planear para el futuro? Compra dos cartones de cervezas en lugar de uno.

  • SPM realmente quiere decir “Sólo Pretendo Molestar”

  • Las mujeres nunca buscan una respuesta honesta cuando preguntan “¿Cómo me veo?”

  • El trabajo es para aquellas personas que no saben pescar.

  • El Cielo es una pantalla plana gigante, un sillón extremadamente cómodo, un cartón de cervezas, una bolsa tamaño familiar de nachos y amigos.

El Infierno es una pantalla plana gigante, un sillón extremadamente cómodo, un cartón de cervezas, una bolsa tamaño familiar de nachos y una esposa.

  • Las mujeres siempre fingirán el orgasmo. Los hombres siempre fingirán las caricias previas.

  • En efecto, es un mundo injusto; hombres: sin playera, ¡no entran! – mujeres: sin playera, ¡no pagan!

  • Hay que admitir que hay algunas personas que sólo siguen vivas porque es ilegal dispararles.

  • Y último, pero no menos importante: sólo porque tengas uno, no significa que tengas que pensar con él.